Aún recuerdo cuando tuve en mis manos el primer número de
KARMATRÓN Y LOS TRANSFORMABLES. Era el año de 1985, y yo era un niño aún. Pero Karmatrón cambió mi vida y la cambió para bien (eso creo). Creo que es el cómic que más recuerdos me ha dejado y que del que más he sido
fan from hell. No tienen idea de lo que significó esta historieta en la lectura de cientos de miles de lectores jóvenes por aquellos años. Recuerdo ver con incredulidad el número 1 de regalo con la historieta de Santo (o eso creo). Si bien, la historia tuvo que tomar cierta forma a partir de la moda transformable (que según su creador
Oscar Gonzalez Loyo, se lo impuso su editorial, porque el nombre original de la historia era:
Karmatrón y los Guerreros Kundalini), la información escrita (que después se llamó el
manual del Guerrero Kundalini, que era una mezcla de muchas filosofías distintas), el trazo de Oscar (que era simple y con trazos finos), los colores (que eran variados y chillones) y, en resumen, toda la información que acontecía en ese cómic de 32 páginas tamaño media carta fue una auténtica revelación. Por más de 200 números (salieron en total 289) seguí con fervor esta historieta, los cuales aún guardo cuidadosamente.
KARMATRÓN Y LOS TRANSFORMABLES significó un momento de ruptura en la historia de la historieta mexicana pues a mi gusto es un cómic digno de las más grandes editoriales internacionales
Marvel y
DC (que son las únicas que existían en esos tiempos aquí en México). Pues la historia, la dirección y los trazos eran algo totalmente distinto a lo que eran los cómics en esos tiempos. Hasta el momento, en México
continúa sin existir otro título que tenga el impacto social que tuvo el trabajo de Oscar y su equipo. Y cuando se cumplen 22 años de la salida del cómic, se relanza la tercera etapa de este cómic con la aparición del número 6 (en el 2002 salieron los primeros 5 números e inesperadamente dejó de salir). Aquí, está el cartel promocional:
Oscar ha mantenido su sueño y su creación por 22 años y ahora, ahí está de nuevo, resurgiendo de sus cenizas. Gracias Oscar. OMMMMM
Aún recuerdo cuando tuve en mis manos el primer número de KARMATRÓN Y LOS TRANSFORMABLES. Era el año de 1985, y yo era un niño aún. Pero Karmatrón cambió mi vida y la cambió para bien (eso creo). Creo que es el cómic que más recuerdos me ha dejado y que del que más he sido fan from hell. No tienen idea de lo que significó esta historieta en la lectura de cientos de miles de lectores jóvenes por aquellos años. Recuerdo ver con incredulidad el número 1 de regalo con la historieta de Santo (o eso creo). Si bien, la historia tuvo que tomar cierta forma a partir de la moda transformable (que según su creador Oscar Gonzalez Loyo, se lo impuso su editorial, porque el nombre original de la historia era: Karmatrón y los Guerreros Kundalini), la información escrita (que después se llamó el manual del Guerrero Kundalini, que era una mezcla de muchas filosofías distintas), el trazo de Oscar (que era simple y con trazos finos), los colores (que eran variados y chillones) y, en resumen, toda la información que acontecía en ese cómic de 32 páginas tamaño media carta fue una auténtica revelación. Por más de 200 números (salieron en total 289) seguí con fervor esta historieta, los cuales aún guardo cuidadosamente. KARMATRÓN Y LOS TRANSFORMABLES significó un momento de ruptura en la historia de la historieta mexicana pues a mi gusto es un cómic digno de las más grandes editoriales internacionales Marvel y DC (que son las únicas que existían en esos tiempos aquí en México). Pues la historia, la dirección y los trazos eran algo totalmente distinto a lo que eran los cómics en esos tiempos. Hasta el momento, en México continúa sin existir otro título que tenga el impacto social que tuvo el trabajo de Oscar y su equipo. Y cuando se cumplen 22 años de la salida del cómic, se relanza la tercera etapa de este cómic con la aparición del número 6 (en el 2002 salieron los primeros 5 números e inesperadamente dejó de salir). Aquí, está el cartel promocional:
Oscar ha mantenido su sueño y su creación por 22 años y ahora, ahí está de nuevo, resurgiendo de sus cenizas. Gracias Oscar. OMMMMM
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